Entrevista con Daniel Collazos:
«Una de las mayores posibilidades de la narración gráfica a la hora de contar historias es la de encerrar obras en cada viñeta»
Antonio José Hernández Montoya
Daniel Alejandro Collazos Camilo
Nació en 1996, en Cali-Colombia. Es escritor, animador, historietista y licenciado en Literatura de la Universidad del Valle. En 2016 publicó su primera caricatura en el periódico local Cali Cultural. En 2017 ganó el segundo lugar del XXX Concurso Nacional de Cuento Corto de la Universidad Externado de Colombia por el conjunto de cuentos Sentidos. En 2018 fue incluido en Voces: antología de escritores contemporáneos del Valle del Cauca, compilado por Gustavo Bueno Rojas; ganó el tercer lugar del Concurso de Cuento Corto de la División de Bibliotecas de Univalle con Viaje alrededor del mundo; y obtuvo el Premio Jorge Isaacs en el XXI Concurso Colección de Autores Vallecaucanos en la modalidad de narración visual con Estado fallido.
En 2019 se tituló como licenciado en Literatura de la Universidad del Valle con un trabajo de grado sobre Esperando a Godot, de Samuel Beckett, y fue semifinalista en el V Concurso de Cuento del Festival de Literatura de Pereira con Orfandad y en el II Concurso de Cuento Andrés Caicedo con Osos de peluche. En 2020 ganó el segundo lugar del Concurso de Cuento Fundeagro con La locura del monocultivo; la Convocatoria de Estímulos por las Artes y la Cultura Unidos por la Vida con su serie de historietas Enseñanzas del confinamiento; el XI Premio Caminos de la Libertad para Jóvenes (México) en la modalidad de video con el corto El vuelo de la mariposa; y el Premio Jorge Isaacs en el XXIII Concurso Colección de Autores Vallecaucanos en la modalidad de novela por La invasión.
Ese año también quedó finalista del Octavo Concurso Mirabilia de Cuentos de Ciencia Ficción, publicó en la revista Alborismos (Venezuela), dictó un taller sobre cuento para la Feria Internacional del Libro de Cali y realizó el cortometraje Huérfano, resultado del Diplomado en Producción Audiovisual dictado por el Estudio Takeshima. Huérfano recibió uno de los cuatro premios a mejor cortometraje del diplomado y fue proyectado en el Festival de Cine del Sur, el Festival Internacional de Cine de Cali y el VII Festival Mundial de Cine de Veracruz (México).
Narración gráfica
¿Cómo concebís la narración gráfica, dadas las distintas definiciones de este género que es relativamente joven?
La crítica, la sociedad y las personas en general siempre hemos tenido una necesidad de clasificarlo todo. Esta no se satisface en el caso de la narración gráfica. Por un lado, hay quienes la emparentan con la literatura y prueba de ello son novelas gráficas como Maus (Pulitzer 1992) o Sabrina (finalista del Man Booker Prize 2018), que han conseguido reconocimientos propios de las novelas convencionales; mientras que hay quienes la definen como el octavo arte o arte secuencial.
Yo no podría resolver esa ambigüedad y me siento cómodo en los dos escenarios, aunque es necesario destacar que la narración a través de imágenes secuenciales es más antigua que los géneros literarios modernos y que goza de un lenguaje propio alejado de la palabra. Incluso hay autores que se abstienen del diálogo, como todos los participantes de la Silent Manga Audition, un concurso internacional de manga realizado en Japón cuya regla principal es la de no usar palabras. Esto facilita que las obras presentadas puedan ser leídas por personas de todo el mundo sin las barreras del idioma. En ese sentido, ¿no estaríamos hablando de un arte tan universal como la música?
¿Cuáles considerás que son las ventajas de contar historias mediante la narración gráfica?
Como decía anteriormente, una de las ventajas es la universalidad de la imagen frente a la palabra. Una que va más allá de las fronteras del idioma y atraviesa las de las edades, porque las narraciones gráficas suelen ser más vistosas para los niños y para los jóvenes que un texto puro y duro. Otra de las ventajas es la de, al igual que el cine, poder describir a medida que se narra. Descripción que cuenta con una herramienta de la que carece la cinematografía diferente a la animación: el trazo. Finalmente, para delimitar esta enumeración que podría ser eterna, una de las mayores posibilidades de la narración gráfica a la hora de contar historias es la de encerrar obras en cada viñeta. Me explico, en una película hay elipsis entre escena y escena, por lo cual sentimos que hay un tiempo que es más o menos real o parecido al de la realidad mientras cada una se desarrolla; en la narración gráfica hay una elipsis entre viñeta y viñeta, por lo que, si quisiéramos adaptar una película a una historieta, deberíamos eliminar todo lo accesorio de una escena para convertirla en una única imagen, potente y significativa. En ese sentido, cada viñeta funciona como un símbolo que entrega la mayor cantidad de información posible.
¿Cuál es el papel de la narración gráfica en el Valle del Cauca?
No creo que tenga un papel determinado. Tenemos narraciones gráficas que abordan temas históricos, como las realizadas por el Colectivo LECHE; narraciones gráficas que adaptan otros formatos, como el trabajo conjunto de Keco Olano (caleño) y Mario Mendoza; novelas gráficas de ficción, como mi propia obra Estado fallido; e incluso iniciativas como Venga le Cuento, narraciones gráficas de divulgación científica. Además de la creación, tenemos importantes iniciativas de promoción como los estímulos de la Alcaldía y la Gobernación que siempre separan una categoría para las narraciones gráficas, el festival Calicomix, el Premio Jorge Isaacs del 2018 dedicado a este tipo de obras y espacios en medios impresos y revistas como Lexikalia.
Tras conseguir en 2019 el Concurso Autores Vallecaucanos en la categoría de novela gráfica con Estado fallido y en 2020 el Estímulo en Ilustración de la Alcaldía de Cali, ¿a qué proyecto gráfico estás dedicado?
En este momento quiero participar en la décimo quinta edición de la Silent Manga Audition con un manga inspirado en la Rue del Percebe, del historietista español Francisco Ibáñez, aunque no sé si me va a dar el tiempo. También quisiera experimentar y crear obras híbridas que fusionen la narración gráfica y la narración puramente novelesca.
¿Qué narraciones gráficas recomendás?
Recomiendo fervientemente Watchmen, una novela gráfica escrita por Alan Moore e ilustrada por Dave Gibbons en 1986. Es una obra que parte de un género que normalmente se infravalora, el de los superhéroes. Pero desde ahí, desde ese lugar poco serio, despliega una narración muy potente que trata temas como la soledad, el miedo durante la Guerra Fría, el abuso sexual y la insignificancia de la vida. Más allá de la profundidad en su contenido, es una obra con una composición en los cuadros espléndida, como deja ver su primera página, que funciona como un zoom out. Sumado a lo anterior, tenemos también que la forma como se narra el guion es compleja y extraordinaria, mezclando formatos y creando unas relaciones entre los distintos personajes que te dejan boquiabierto.
Animación
¿Considerás que la animación y la narración gráfica tienen un concepto de verosimilitud distinto al de la literatura?
Sí, considero que son dos formas con pactos más flexibles con el espectador que los realizados por la literatura o las películas live action, por ejemplo. Cuando las personas se sientan a ver una película con elementos mágicos, usualmente esperan que los efectos especiales sean lo más realistas posibles, tanto como las personas que actúan; aunque, claro, hay excepciones como el trabajo de Michel Gondry. En la animación y en la narración gráfica el lector o espectador asume que los personajes dibujados son tan reales como él mismo y que el mundo a su alrededor también lo es, incluso si la figuración no es nada realista. Por lo mismo, nos parecerá más verosímil una historia fantástica o maravillosa en una narración gráfica o una animación que un texto.
Vos mismo escribís los guiones de tus obras: ¿qué le ha aportado la formación literaria a esa parte del proceso?
Yo estudié Licenciatura en Literatura en la Universidad del Valle. En la carrera vimos varios cursos dedicados a la escritura de guion y a la apreciación cinematográfica que me aportaron mucho a la hora de escribir para audiovisuales. Además de estos cursos específicos, considero que leer novelas y cuentos es indispensable para formular buenos guiones, para aprender qué ritmo deben tener las acciones dentro de una historia, cómo deben construirse los personajes, qué causalidad debe tener un universo ficcional y para asimilar todos los demás elementos que exige una historia para ser narrada en cualquier formato.
¿Cómo es el proceso para crear un minuto de animación?
El proceso varía dependiendo del tipo de animación. En el caso de la animación 2D cuadro por cuadro, que es en la que trabajo, primero se dibujan los bocetos de las posiciones claves (key frame) y después se dibujan los intermedios (in between) para crear la ilusión de movimiento. Entre más cuadros intermedios, más suave se percibirá el movimiento, aunque también se corre el riesgo de que sea demasiado armonioso, como si los personajes estuvieran realizando una coreografía. En el caso contrario, con poco intermedio, se tienen movimientos bruscos, como ocurriría al quitarle fotogramas a la escena de una película. Si el minuto de animación tiene voces, estas se deben grabar primero para, a partir de la actuación de la voz, crear uno gestos que le sean acordes.
Huérfano, el más reciente cortometraje, ganador del diplomado audiovisual realizado por Estudios Takeshima, y El vuelo de la mariposa, ganador del primer lugar en el XI Premio Caminos de la Libertad para Jóvenes en la categoría de video, dado por el Grupo Salinas, de México, exponen problemáticas como la guerra y la homofobia. ¿Por qué elegiste aquellos temas? ¿Considerás que hay algunos temas más importantes que otros?
No, considero que todo tema es igual de importante. Es tan importante una historia sobre un conflicto social vigente que sobre un hecho mágico que ocurre en un país ficticio, porque ambas historias tienen la capacidad de revelarnos rincones que no conocíamos de nuestra condición humana. En mi caso, prefiero dedicar mi trabajo a los actores más oprimidos de la sociedad, cuyas voces muchas veces son invisibilizadas; pero eso no hace que desprecie otro tipo de temas y que no sea capaz de apreciar obras que abordan otras problemáticas. Todos son importantes.
¿Cuál es el papel de la animación en el Valle del Cauca?
Al igual que la narración gráfica, la animación se está configurando como un actor cultural clave en el Valle del Cauca. El año pasado (2019) el Premio Jorge Isaac se entregó a una obra de animación, El Libertario, y anterior a este se estrenaron dos películas animadas que tuvieron una gran acogida entre el público y la crítica: El libro de Lila (2017) y Virus Tropical (2017). Incluso hay una empresa que está creando su propio software de animación, llamado Tupi Tube o sólo Tupi.
Epílogo
En el mes de diciembre fuiste elegido ganador del Concurso Autores Vallecaucanos en la modalidad de novela: ¿cómo fue el proceso de creación de la obra y cómo sorteaste la dificultad de tener tantos personajes en ella?
El relato coral me interesa desde hace varios años porque ofrece múltiples miradas sobre una misma sociedad. Cada uno de nosotros tiene una experiencia individual que solo puede compartir por medio del lenguaje y, por ello, se podría pensar que los demás son solo sueños de nuestra imaginación. De no ser así, está claro que nuestra experiencia individual repercute en la vida de los demás, como el hilo de un tejido que sostiene otros y es sostenido a su vez.
Ese fue mi propósito con La invasión: contar historias autoconclusivas y entretejidas que pusieran en evidencia la interdependencia de nuestras acciones y las de los otros. Pensé, entonces, no solamente en la causalidad de cada personaje como individuo, sino también como parte de un engranaje social. Aunque podría parecer una labor difícil, creo que solo basta con pensar en otras formas de causalidad dentro del relato, tal y como hacen los historiadores cuando encuentran múltiples causas a un solo acontecimiento historiográfico, pues creemos ahora que no hay una única historia, sino múltiples relatos convergentes y divergentes que conforman nuestra realidad.