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Ilustraciones con inteligencia artificial (Midjourney y Dall-E):
entrevista con Nana Sanclemente

Nana Sanclemente es una artista visual e ilustradora. Hablamos con esta artista emergente sobre la creación de ilustraciones con inteligencia artificial.

Juan José Mondragón

Ilustración con inteligencia artificial-Nana Sanclemente
Chinese Postcard, de Nana Sanclemente

Nana Sanclemente es una artista visual e ilustradora nacida en Palmira. Es graduada como ilustradora de Parsons The New School of Design (Nueva York) y de Bellas Artes en Altos de Chavón (República Dominicana). Además, posee un título como diseñadora de la Comunicación Gráfica por la Universidad Autónoma de Occidente. Su trabajo se ha exhibido en Miami, Nueva York, Cali y Palmira. Su cómic Lo invisible (2019) recibió una cálida acogida en la escena gráfica vallecaucana y colombiana. Hablamos con esta artista emergente sobre un tema acuciante dentro de la ilustración: las imágenes generadas por inteligencia artificial.

La IA genera imágenes bastante detalladas en poco tiempo, ¿cómo crees que se diferencia eso del trabajo de un ilustrador?

Hay muchas cosas que se cuestionan de la inteligencia artificial, pero básicamente es una mezcla aproximada de datos. Obviamente, los resultados son maravillosos; sin embargo, siempre trato de pensar en el trabajo humano que hay detrás de una ilustración, que es algo que hasta el sol de hoy las máquinas no han podido replicar. ¿Con qué objetividad cuenta la máquina para que, cuando se le den unos datos, ella escoja crear una imagen y no otra? ¿Con qué criterio la máquina escoge cada elemento en su base de datos y los arroja de esa forma tan atractiva? Cada vez que la tecnología avanza, se va difuminando más esa frontera. 

Para mí sigue siendo un trabajo que requiere de un esfuerzo humano: que alguien piense y ponga el input dentro de una computadora para que ella saque un resultado. Pienso, por ejemplo, en un ejercicio que hicieron con Dall-E: un artista le preguntó a esta IA cuál sería la última selfi del fin del mundo. Es un ejercicio creativo interesante porque nunca sabes con qué va a salir la máquina o bajo qué concepto se alimente. A mí lo que me parece increíble es la pregunta: que el humano haya tenido la imaginación suficiente para preguntarse cómo sería la última selfi del fin del mundo. El resultado fueron unas imágenes terribles, que en realidad son la unión de muchas cabezas, de muchas fotos, de muchos momentos que la humanidad ha vivido. 

Dancing Postcard, de Nana Sanclemente (clic en la imagen para visitar su perfil de Instagram)

¿Consideras que la tecnología de inteligencia artificial puede competir o amenazar la creación humana?

A medida que la tecnología avanza, nuestras manos nos permiten crear otro tipo de herramientas que nos facilitan la vida. Yo soy ilustradora digital, también dibujo a mano; pero es verdad, yo me compré mi iPad porque me permite una habilidad mayor para llegar más rápido a ciertos resultados. Hubo una época en la que también creían que nosotros los ilustradores digitales no éramos artistas o no éramos ilustradores porque contábamos con herramientas que otras personas no tuvieron en su época. Sin embargo, para mí todos son herramientas; en ese orden de ideas, para mí el artista es el cerebro que se piensa cómo usarlas, no importa si son rudimentarias o es esta tecnología que está surgiendo.

Con todo lo que yo estudié, más que aprender la técnica de cómo pintar de cierta forma o de cómo usar la trementina para diluir el óleo, a mí más que eso me enseñaron a comunicar. Comunicar es una habilidad intrínseca humana, eso no lo tienen las máquinas. Las máquinas simplemente randomizan datos o hacen caso a una orden y nos facilitan mucho la vida. Pero los que están al principio y al final de esa cadena somos nosotros. A mí no me parece que se esté reemplazando técnicamente la labor de un humano. No todos los artistas somos simplemente artesanos; también somos el proceso creativo que conlleva la imaginación

Entonces, para ti, ¿la inteligencia artificial funciona más como un instrumento nuevo?

No creo que sea plenamente un instrumento todavía, aunque llegará un punto en que sí. Yo me considero una persona que adopta tardíamente las tecnologías y personalmente disfruto de la artesanía. Me relaja, me quita la ansiedad, siento que aprovecho el tiempo; el ejercicio mental y creativo de hacer el ensayo, el error o el boceto, etc., para mí todo lo anterior hace lógica en mi vida y en mi profesión. Que yo venga y tire tres datos y me salga una imagen…, pues sí, produce dinero más rápido, pero no brinda el proceso de aprendizaje que yo necesito y al que yo me acostumbré. Entiendo que esté surgiendo y no voy a ser la persona que esté en contra de lo que viene o de lo novedoso, pues si no tengo la mente abierta me lleva el tren. Lo adoptaré cuando lo considere necesario y aún no lo considero necesario.

Growing Pains, Nana Sanclemente (clic en la imagen para visitar su perfil de Instagram)

En términos económicos, ¿el trabajo de un ilustrador está amenazado porque los clientes empezarán a utilizar Midjourney ellos mismos y no le pagarán una comisión a un ilustrador?

No considero que esté amenazado, aunque en la realidad eso que dices esté sucediendo. La ilustración siempre se ha visto amenazada, el arte también. Como yo, hay muchos que han dedicado su vida entera al arte y puede que nos esté afectando. Todos sabemos que la regularización es algo muy relativo en el internet. Así como en los NFT se han robado mucho arte digital, de personas como yo que suben su trabajo a internet porque es la manera más fácil de hacer negocio, así mismo va a pasar: se utilizarán obras que no están autorizadas o se llenarán bases de datos con imágenes ilegales, tipo pornografía infantil, etc. Entonces no estoy desconociendo los riesgos que lleva esto. Ningún avance tecnológico ha sido contenible.

Mis clientes me buscan para que yo les genere unas imágenes que demoran un tiempo: requieren una cantidad horaria, un dinero, un deadline. Obviamente me podría ver afectada; siempre habrá un cliente que dice: «busquémosla porque ella es super consciente, super feminista y nuestra organización también es feminista y necesitamos que haya un trabajo, otra vez, de la mente humana». Pero no hace falta el cliente que diga: «yo necesito esto para ayer, y nadie me lo va a hacer para ayer, entonces usemos Midjourney».

Algo parecido sucedía antes, el típico cliente que te dice: «necesito un logo, pero tengo diez mil pesos». Entonces los únicos que te hacen el logo son personas que probablemente también lo saquen de estos servicios de internet como freepik. Ya existen maneras de obtener resultados genéricos dentro del diseño. El riesgo no es nuevo, el riesgo siempre ha existido. Siempre nos vamos a tener que reinventar de alguna forma para poder hacer nuestro trabajo: el trabajo de la mente humana más importante que el de la máquina.  


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Juan José Mondragón

Estudiante de Licenciatura en Literatura de la Universidad del Valle. Tercer lugar en el III Concurso Nacional de Cuento Andrés Caicedo y segundo en el IV Concurso Universitario de Relato Autobiográfico de la Universidad Autónoma. Gestor cultural, centrado en la creación de encuentros, talleres, recitales y laboratorios alrededor de la literatura y las artes en formato interdisciplinar. Escribe cuentos, crónicas, ensayos y crítica cinematográfica.