Uso de la tilde: nociones generales
para tildar correctamente
El uso de la tilde o acento ortográfico depende de la pronunciación de las palabras, de su composición, de sus sentidos y de las normas para tildar. Conocer las normas nos da una gran ventaja para responder esta pregunta que se nos presenta siempre que escribimos: ¿esta palabra lleva tilde? Repasemos algunas nociones generales para tildar correctamente.
Jorge Medina
La tilde es una raya delgada y torcida que flota sobre las vocales. A pesar de su aparente fragilidad, ¡cómo nos cuesta decidir sobre cuál vocal debemos dejarla flotando! Después de tantos años dedicados a la escritura, aún debo detenerme ante algunas palabras para resolver esta pregunta: ¿esta palabra lleva tilde? Y puedo responderla gracias a 3 métodos sencillos:
1. La memoria:
Guardamos la memoria de las palabras que leemos. Cuando escribimos, recordamos que algunas palabras llevan tilde. Las personas que leen con frecuencia tienen esta ventaja.
2. El diccionario:
Ya no es tan difícil tener un diccionario a la mano para saber cómo debe escribirse una palabra. Ni siquiera debemos conocer cómo se debe usar el diccionario (porque tiene su manera de usarse, y lo aprendíamos en el colegio; ¿tu profesor te lo enseñó alguna vez?). Hoy en día basta con buscar la palabra en el diccionario en línea de la RAE, y ya está. Vamos a Google y ponemos, por ejemplo, «azucar RAE», y uno de los resultados será la definición en el Diccionario de la lengua española (DLE). Así descubrimos que debe escribirse con tilde: «azúcar».
3. Las normas para tildar:
Si aprendimos las normas para tildar, tenemos la ventaja de que podemos detenernos las veces que queramos para analizar si una palabra lleva tilde o no y obtener la respuesta sin necesidad de acudir a otras fuentes (¡no siempre tenemos la posibilidad de ir a Google!).
Lo cierto es que viene bien usar estos 3 métodos: podemos recordar cómo se escribe una palabra, saber si se tilda o no porque conocemos las normas para tildar y podemos confirmarlo con el diccionario.
Notemos que, de todas maneras, la gran ventaja nos la da conocer las normas para poner las tildes. Hay un valor adicional al conocerlas: adquirimos la capacidad de encontrar una respuesta a esa inquietante pregunta (¿esta palabra lleva tilde?) aun cuando no tengamos la posibilidad de confirmarlo en el diccionario, pues ¡hemos adquirido ya el conocimiento!
Esa ventaja es la que espero ofrecerte con este texto. Léelo con pausa, detente las veces que quieras y guárdalo en tu pestaña de favoritos para que regreses siempre que necesites reforzar esta ventaja.
Ahora sí, aprendamos cuándo debemos dejar la tilde flotando sobre una vocal.
Acento prosódico y acento ortográfico
Las palabras se componen de letras. Las letras unidas conforman sílabas. Los sonidos que emitimos al leer son el resultado de la lectura de las sílabas. Cuando vocalizamos una palabra, ejercemos un golpe de voz mayor sobre una de sus sílabas. Ese golpe de voz es el acento prosódico.
El Diccionario de la lengua española (DLE) define el acento prosódico de la siguiente manera:
acento prosódico: «relieve en la pronunciación».
La sílaba con ese relieve en la pronunciación es la que lleva el acento prosódico. ¡Ten cuidado aquí! El acento prosódico no es la tilde. La tilde es el acento ortográfico. ¿Te queda claro? Léelo de nuevo.
El DLE define el acento ortográfico así:
acento ortográfico: «signo ortográfico español».
De acuerdo con lo anterior, debemos tener presente que no todas las sílabas con el acento prosódico llevan tilde, pero todas las sílabas con tilde siempre tienen el acento prosódico. ¿Cómo se debe entender esto? Revisemos detenidamente esta afirmación mediante estos ejemplos:
- caballo.
- pantalón.
La palabra «caballo» tiene el acento prosódico en la sílaba «ba». Decimos «ca-[bá]-llo», no decimos «[cá]-ba-llo» ni «ca-ba-[lló]» (te sugiero leer todos los ejemplos en voz alta de aquí en adelante). El relieve en la pronunciación de la segunda sílaba es el acento prosódico. Sin embargo, sobre esa sílaba no debemos poner el acento ortográfico para el caso de esta palabra. Ya conoceremos la razón más adelante.
La palabra «pantalón» tiene el acento prosódico en la sílaba «lón». Decimos «pan-ta-[lón]», no «[pán]-ta-lon» ni «pan-[tá]-lon». Para esta palabra sí se marca el acento ortográfico. Notemos que esta tilde se pone en la sílaba que tiene el acento prosódico.
No existen palabras en nuestra lengua cuyo acento ortográfico o tilde se ubique en una sílaba diferente a la que lleva el acento prosódico. Por lo tanto, la primera condición para tildar una palabra es que la tilde debe corresponder con su acento prosódico. Esta condición es necesaria. Existen, sin embargo, palabras con doble acento prosódico en nuestra lengua, lo cual no significa que lleven doble tilde. Se trata de los adverbios terminados en «-mente». Los abordaremos más adelante. (Le apuesto a que no sabías que tenemos palabras como estas).
Entonces, ¿cómo sabemos cuándo la sílaba con el acento prosódico debe llevar el acento ortográfico o tilde?
La tilde en las palabras agudas
Las palabras agudas son las que llevan el acento prosódico en la última sílaba. La última sílaba es la última que leemos. Cuando las palabras son agudas se les marca tilde solamente si cumplen con esta condición:
- Terminan en «n», «s» o vocal.
Ejemplos de palabras agudas con tilde
- canción.
- bailarín.
- semidiós.
- amó.
- bailó.
Ejemplos de palabras agudas sin tilde
- perfil.
- nariz.
- abedul.
- combatir.
- salud.
La tilde en las palabras graves o llanas
Las palabras graves o llanas son las que llevan el acento prosódico en la penúltima sílaba. Cuando las palabras son graves o llanas se les marca tilde solamente si cumplen con esta condición:
- No terminan en «n», «s» o vocal.
Notemos que la regla es contraria a la de las palabras agudas. Esto nos facilita aprender estas normas, pues basta con recordar que las palabras agudas se tildan si terminan en «n», «s» o vocal y que, por el contrario, las graves no se tildan cuando terminen así. Hay una excepción:
Si la palabra grave termina en «n» o «s» y antes de estas letras hay alguna consonante, también se les marca tilde. Este es el caso de palabras graves como las siguientes:
- bíceps.
- fórceps.
- tríceps.
- wéstern.
- cómics.
Ejemplos de palabras graves con tilde
- ágil.
- ámbar.
- estéril.
- azúcar.
- récord.
Ejemplos de palabras graves sin tilde
- colcha.
- colmillo.
- pantera.
- cuaderno.
- parlante.
(No lo olvides: lee en voz alta todos los ejemplos, así podrás sentir la pronunciación de cada palabra y comprenderlo todo con mayor profundidad. ¿Lo estás haciendo?).
La tilde en las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas
Las palabras esdrújulas son las que llevan el acento prosódico en la antepenúltima sílaba, y las sobreesdrújulas lo llevan en la trasantepenúltima sílaba. Todas las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas llevan acento ortográfico.
Ejemplos de palabras esdrújulas
- estético.
- película.
- química.
- cámara.
- romántico.
Ejemplos de palabras sobreesdrújulas
- guárdamelo.
- enséñamelo.
- cuéntamelo.
- permítaselo.
- cómetelo.
Adverbios terminados en «-mente»
Los adverbios terminados en «-mente» son las únicas palabras que pueden presentar dos acentos prosódicos. Resulta que la terminación «-mente» siempre tiene ese golpe de voz mayor en la sílaba «men»: «[mén]-te». Por esta razón, existen entre este tipo de adverbios palabras que, además de este golpe de voz, tengan otro en la palabra raíz.
La palabra «ágilmente» tiene los siguientes acentos: «[á]-gil-[mén]-te». No obstante, no lleva doble tilde. La doble tilde no existe en nuestra lengua. ¿Cómo se tildan estos adverbios? La norma es muy simple: conservan la tilde de la palabra raíz. En nuestro ejemplo, la palabra raíz es «ágil», así que al componer el adverbio terminado en «-mente» conservamos su tilde original.
Hiatos y diptongos
Para tildar es importante no perder de vista la composición de las palabras. Hay sílabas que se conforman por dos vocales juntas, pero que no necesariamente son parte de la misma sílaba. Este fenómeno da origen al hiato y al diptongo. Veamos algunos detalles al respecto.
Antes de empezar conviene diferenciar los tipos de vocales de nuestra lengua: abiertas y cerradas.
Vocales abiertas: a, e, o.
Vocales cerradas: i, u.
Ahora bien, de manera general los hiatos se forman cuando dos vocales juntas no son parte de la misma sílaba. Por el contrario, en los diptongos las vocales juntas sí son parte de la misma sílaba. Estas condiciones afectan el conteo de las sílabas y, por ende, influyen al momento de determinar si una palabra es aguda, grave, esdrújula o sobreesdrújula. La mejor manera de comprenderlo es abordar directamente varios ejemplos. Así que vamos con ellos.
Diptongos
Las palabras «amabais», «cantarais», «fueseis» e «ibais», por ejemplo, tienen el acento prosódico de la siguiente manera:
- a-[má]-bais.
- can-[tá]-rais.
- [fué]-seis.
- [í]-bais.
Las vocales que se encuentran juntas al final de cada una de estas palabras son una vocal abierta y una cerrada (a, i) (e, i). Al pronunciarlas, notamos que no realizamos un golpe de voz fuerte sobre la vocal cerrada (i), sino que más bien ambas vocales se pronuncian con la misma fuerza y conforman una sola sílaba. Se trata de un diptongo.
De esta manera, notamos que la palabra 1 tiene tres sílabas; la 2, tres sílabas; la 3, dos sílabas; y la 4, dos sílabas (lee con calma estas explicaciones, regresa y cuenta las sílabas; ya ibas corriendo a toda mecha, ¿cierto?). Por lo tanto, todas tienen el acento prosódico en la penúltima sílaba, por lo cual son palabras graves o llanas. ¿Se les marca tilde? No, pues recordemos que a las palabras graves no se les marca tilde si terminan en «n», «s» o vocal.
En este punto podrías estar preguntándote «¿Cómo me doy cuenta de que esa última sílaba conforma un diptongo?» En otras palabras, «¿Cómo puedo saber que esas dos vocales son parte de la misma sílaba, que debo pronunciarlas de esta y no de otra manera?».
La respuesta es relativamente sencilla: la forma de pronunciar las palabras no se origina propiamente en las reglas de ortografía, sino en la pronunciación que históricamente ha heredado la palabra. En síntesis, las palabras se pronuncian de una u otra manera por razones etimológicas e históricas.
Revisemos lo que ocurre con los hiatos, así puede comprenderse mejor este fenómeno.
Hiatos
Las vocales cerradas junto a las vocales abiertas pueden ser vocales tónicas, es decir que sobre ellas recae el acento prosódico. En los ejemplos anteriores de los diptongos las vocales cerradas no son tónicas, son átonas. Los hiatos se conforman cuando en la combinación de vocales abierta y cerrada la cerrada es la que lleva el acento prosódico.
Es importante tener claro que los hiatos conformados así (vocal abierta átona + vocal cerrada tónica) siempre llevan tilde, independientemente de cualquier otra condición. Veamos los ejemplos con las palabras «venía», «púa» y «acentúo»:
- ve-[ní]-a.
- [pú]-a.
- a-cen-[tú]-o.
Las anteriores palabras se pronuncian con el acento prosódico en la vocal cerrada (i, u), por lo cual se parte la sílaba en dos, aunque las dos vocales estén juntas. Es decir, están juntas, pero no en la misma sílaba; cada una está en su habitación. Así se conforman los hiatos.
La palabra 1 tiene, entonces, tres sílabas; la 2, dos sílabas; y la 3, cuatro sílabas. De esta manera, todas son palabras graves o llanas, pues es en la penúltima sílaba donde llevan el acento prosódico. En estos casos es indispensable marcar la tilde en la vocal cerrada sin importar que sean palabras graves terminadas en vocal.
Para entender este fenómeno, miremos qué pasaría si la palabra 1 la pronunciamos de manera diferente:
- [vé]-nia.
En este caso, ya no se trata de la conjugación del verbo «venir», sino de un sustantivo que significa, según el DLE, «inclinación que se hace con la cabeza, saludando cortésmente a alguien». La palabra «venia» solo tiene dos sílabas, y el acento prosódico recae en la penúltima sílaba, por lo cual se trata de una palabra grave. ¿Se le marca tilde? No porque termina en vocal, y ya no se trata de un hiato.
Con este ejemplo nos damos cuenta de que el acento prosódico y el ortográfico hacen parte del sentido de las palabras. No se trata de meras reglas que deban cumplirse sin ninguna razón. ¿Esto qué importancia tiene? Es muy importante, pues cuando escribes un texto esperas que te entiendan, y poner mal una tilde u omitirla puede provocar un malentendido o una pérdida total del sentido. Así que es un asunto práctico, un elemento clave en la comunicación (¿lo habías visto desde esta perspectiva?).
Más detalles sobre los hiatos y los diptongos
Las palabras «heroico» y «mosaico», por ejemplo, se componen de la siguiente manera:
- he-[rói]-co
- mo-[sái]-co
En estas palabras la vocal abierta (o) es la que lleva el acento prosódico, es decir, es la vocal tónica. La vocal cerrada (i) es la átona. Cuando una vocal abierta y una cerrada se juntan y la abierta es la tónica, se genera un diptongo. Esto significa que se trata de una sola sílaba, no de dos como ocurre con los hiatos. En los diptongos las vocales comparten la habitación.
Por lo anterior, las palabras del ejemplo tienen tres sílabas, y la penúltima lleva el acento prosódico. Son, por lo tanto, palabras graves o llanas. ¿Se les marca tilde? No, pues terminan en vocal.
De esto se concluye que los diptongos llevan acento ortográfico de acuerdo con las normas generales de las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas. Es por esto que podemos encontrar palabras agudas cuya última sílaba contiene dos vocales que conforman un diptongo. Es lo que ocurre con la palabra «cantéis»:
- can-[téis]
La vocal abierta (e) es la tónica, razón por la que se conforma un diptongo, es decir, una sílaba compuesta por dos vocales juntas. Por ende, esta palabra solo tiene dos sílabas. Al llevar el acento prosódico en la última sílaba se trata de una palabra aguda. ¿Lleva tilde? Sí, pues termina en «s».
Detalles sobre las vocales abiertas y las vocales cerradas
Dos vocales iguales juntas forman siempre dos sílabas distintas, sin importar si son abiertas o cerradas: aa, ee, ii, oo, uu (léelo de nuevo, despacio, y completa la comprensión con los ejemplos). Ejemplos:
- chiita.
- diita.
- creemos.
De acuerdo con la anterior afirmación, estas palabras tienen tres sílabas. El acento prosódico se encuentra en la penúltima sílaba, por lo cual se trata de palabras graves o llanas. No llevan tilde, pues terminan en vocal y en «s».
Dos vocales abiertas distintas y juntas siempre conforman dos sílabas distintas: ae, ea, ao, oa, eo, oe. Se les marca la tilde según las normas generales de acentuación para las palabras agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas. Ejemplos:
- héroe
- línea
Las vocales juntas en estas palabras son abiertas (o, e, a), así que, de acuerdo con la anterior afirmación, dichas palabras tienen tres sílabas. Al llevar el acento prosódico en la antepenúltima sílaba se trata de esdrújulas. Recordemos que todas las esdrújulas y sobreesdrújulas llevan tilde.
Dos vocales cerradas distintas y juntas conforman un diptongo: iu, ui. Puede ocurrir que los hablantes pronuncien estas palabras como hiatos; sin embargo, la norma aclara que, para efectos ortográficos, se les considera diptongos y en función de esto se les debe tildar o no. Ejemplos:
- benjuí.
- cuídate.
- disminuido.
La palabra «benjuí» lleva tilde porque, según la anterior afirmación, las dos vocales cerradas forman un diptongo, es decir, una sola sílaba. Al ser esta sílaba la que lleva el acento prosódico, se trata de una aguda. Se le marca tilde, pues termina en vocal.
Para no ser repetitivo, notemos simplemente que la palabra «cuídate» es esdrújula, pues tiene el acento prosódico en la antepenúltima sílaba. Por su parte, la palabra «disminuido» tiene cuatro sílabas y el acento prosódico está en la penúltima. Se trata de una grave o llana a la que no se le marca tilde porque termina en vocal.
La «h» en los hiatos y diptongos
La «h» no interviene en la conformación de hiatos y diptongos. Esto significa que su presencia entre las vocales no altera para nada lo descrito anteriormente en relación con estos tipos de palabras.
Así, la palabra «truhan» contiene un diptongo, pues se trata de una vocal cerrada (u) y una abierta (a) y la cerrada es átona. Recordemos que, cuando la vocal cerrada es tónica, se separa de la abierta y conforma un hiato. Este no es el caso. Al conformar un diptongo, «truhan» es un monosílabo. Los monosílabos no se tildan.
La palabra «prohíbe» tiene la vocal cerrada tónica (i), razón por la que se generan tres sílabas: «pro-hí-be». Recordemos que los hiatos conformados así llevan tilde siempre, no importa si se trata de graves terminadas en vocal.
Tilde en los monosílabos y la tilde diacrítica
Los monosílabos no se tildan, pues de manera general poseen una única pronunciación. Sin embargo, existen casos en los que un mismo monosílabo tiene dos pronunciaciones y dos sentidos diferentes: se trata de una pronunciación átona y de una tónica. El tónico es el que lleva la tilde.
Es importante no perder de vista que la tilde solo se usa cuando existe una diferenciación no solo en el plano del sentido, sino también en la pronunciación. Es por esto que, aunque haya dos monosílabos con significados diferentes, no se usa la tilde si ambos tienen la misma pronunciación.
Veamos ejemplos para entender esta situación:
- sal: ingrediente de cocina.
- sal: conjugación del verbo «salir».
Los anteriores significados corresponden a un mismo monosílabo. Ninguno lleva tilde a pesar de esta diferencia, pues ambos son átonos. Observemos, por el contrario, el siguiente caso:
- te: pronombre para referirse a la segunda persona; por ejemplo: «Te extrañé».
- té: árbol de la familia de las teáceas, o infusión preparada con la hoja de este árbol.
Notemos que hay una pronunciación diferente entre el pronombre y el sustantivo. El sustantivo es tónico y el pronombre es átono:
- «Te extrañé mucho» (átono).
- «Voy a prepararme un té» (tónico).
- «Te prepararé un té» (primero átono, luego tónico).
Ejemplos de monosílabos con tilde diacrítica
Con tilde | Significado | Sin tilde | Significado |
---|---|---|---|
él | Pronombre personal. Ejemplo: «Él no obtuvo la respuesta en ese momento» | el | Artículo. Ejemplo: «El sujeto no sabe lo que le dirán» |
dé | Del verbo «dar». Ejemplo: «No se lo dé a él» | de | Preposición y letra del abecedario. Ejemplos: «El interrogante de Carlos es importante»; «La letra de no está en el nombre de Carlos» |
sí | Afirmación y pronombre reflexivo. Ejemplos: «Él sí sabe del tema»; «Ella cuida de sí misma». | si | Condicional e interrogativa indirecta. Ejemplos: «Si bebo, no podré hablar con claridad»; «No sé si beber» |
sé | Del verbo «ser» y del verbo «saber». Ejemplos: «Sé inteligente»; «Yo sé algunas razones» | se | Pronombre. Ejemplo: «Se siente bien estar aquí» |
aún | Adverbio de tiempo. Ejemplo: «Aún estoy esperando tu respuesta». Es sinónimo de «todavía» | aun | Adverbio de inclusión y conjunción concesiva. Ejemplos: «Aun así, no esperaré más tu respuesta»; «No le respondió ni aun después de insistirle». En el primer ejemplo es sinónimo de «incluso» |
más | Adverbio de cantidad. Ejemplo: «No esperaré más» | mas | Adversativa, sinónimo de «pero». Ejemplo: «La quiso, mas tuvo que marcharse» |
tú | Pronombre personal. Ejemplo: «No tienes tú nada por exigirme» | tu | Posesivo. Ejemplo: «Tu manera de ser me abruma» |
mí | Pronombre personal y reflexivo. Ejemplos: «¿Esa pregunta es para mí?»; «Después de todo, volví en mí» | mi | Posesivo. Ejemplo: «¡Nada de esto es mi decisión!» |
té | Infusión de las hojas del té (un árbol). Ejemplo: «Quizá un té me ayude en este momento» | te | Pronombre personal y reflexivo, y letra del abecedario. Ejemplos: «Te vieron, me lo dijeron»; «Nunca te miras a ti misma»; «La letra te está en su nombre» |
La tilde en «sólo» y en los demostrativos
Existen dos sentidos generales para la palabra «solo», de acuerdo con el DLE:
solo: «Dicho de una persona: Sin compañía».
solo: «Únicamente, solamente».
El primer sentido es como adjetivo, el segundo es como adverbio. Tradicionalmente, se ha tildado el adverbio para diferenciarlo del adjetivo. Sin embargo, en el apartado «La tilde diacrítica en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos» de la Ortografía de la lengua española (2010) se aclara que no hay razón para emplear la tilde, pues ambas palabras tienen la misma pronunciación: son graves o llanas y, según las normas de acentuación, no deben tildarse porque terminan en vocal.
Por otra parte, se explica que no es conveniente soportar ambos sentidos (adjetivo y adverbio) solamente en el uso o no de la tilde, pues una escritura adecuada debe evitar las ambigüedades con recursos más sólidos. Sin embargo, se deja abierta la posibilidad de que se emplee la tilde cuando se considere estrictamente necesario para evitar malentendidos, aunque se insiste en que las ambigüedades deben evitarse mediante redacciones más precisas.
También explica la RAE que los casos de ambigüedad que normalmente expresamos las personas para defender el uso de la tilde en el adverbio «sólo» no son frecuentes y más bien son forzados. En muchas ocasiones el contexto daría la pauta necesaria para comprender si se trata del adjetivo o del adverbio.
¿Tú sigues tildando la palabra «solo»?
En cuanto a los demostrativos «este», «ese», «aquel», «esta», «esa» y «aquella», el criterio es el mismo: son palabras graves o agudas (según el caso) a las que no se les debe marcar tilde según las normas de acentuación que aplican para todas las palabras de nuestra lengua.
Tilde en las mayúsculas
Es falso que las palabras en mayúsculas no llevan tilde. Esta es una de las ideas erróneas más difundidas sobre la escritura. Estoy seguro de que alguna vez escuchaste este rumor. Probablemente alguna vez lo creíste.
Como hemos visto en todos los apartados anteriores, la presencia o no de una tilde tiene consecuencias en el sentido de las palabras, así que la idea de que las mayúsculas no llevan tilde es fácilmente refutable si nos detenemos a analizarlo.
Finalmente…
Espero que este texto te permita desarrollar esa ventaja que mencioné al inicio. Conocer las normas para tildar nos ayuda a responder esa pregunta que se nos presenta siempre que escribimos: ¿esta palabra lleva tilde? Mejor aún, podemos responderle esa inquietud a otra persona que no ha tenido la oportunidad de aproximarse a las normas para tildar.
Un consejo: guarda este texto y consúltalo siempre que lo necesites hasta que ya no sea necesario porque lo has aprendido todo.
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Nota bibliográfica
Esta guía se elaboró a partir de la información del Manual de español urgente de la Fundéu:
Bezos López, J. (coord.). (2015). Manual de español urgente. Debate.