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Características de una Autobiografía:
definición y aspectos clave

En este artículo conocerás las caracteríticas de una autobiografía, la definición de autobiografía y algunas consideraciones clave según los aportes de Lejeune. Para este autor, la autobiografía es un relato retrospectivo en prosa en el que una persona cuenta su propia existencia, poniendo énfasis en su vida como individuo y, especialmente, en la historia de su personalidad. ¿Esto qué significa?

Tomada de Pixabay

«Autobiografía» es una palabra que encierra un conjunto de inquietudes bastante amplio. Como bien lo expresa Ángel Loureiro en Problemas teóricos de la autobiografía (1991), «al pretender articular mundo, yo y texto, la autobiografía no puede ignorar el acoso creciente a que están siendo sometidos conceptos como historia, poder, sujeto, esencia, representación, referencialidad, expresividad» (p. 3).

En este texto abordaremos la definición de autobiografía como género y las características de la autobiografía. Para empezar, ya observamos una muestra del conjunto de elementos que se relacionan con este tipo de texto:

  1. Historia.
  2. Poder.
  3. Sujeto.
  4. Esencia.
  5. Representación.
  6. Referencialidad.
  7. Expresividad.

Estos aspectos se interrelacionan con la autobiografía debido a que esta articula «mundo, yo y texto», es decir, constituye un espacio en el que convergen elementos tan importantes y complejos como la identidad, el lenguaje, la lengua y la sociedad.

¿Qué es la autobiografía?

En palabras de Lejeune, la autobiografía es:

Relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia, poniendo énfasis en su vida individual y, en particular, en la historia de su personalidad (1991, p. 48).

Sobre esta definición Lejeune señala cuatro categorías:

  1. Forma del lenguaje:
    1. narración;
    2. en prosa.
  2. Tema tratado: vida individual, historia de una personalidad.
  3. Situación del autor: identidad del autor (cuyo nombre reenvía a una persona real) y del narrador.
  4. Posición del narrador:
    1. identidad del narrador y del personaje principal;
    2. perspectiva retrospectiva de la narración.

Y advierte que una autobiografía debe cumplir con todas las anteriores condiciones. Acto seguido, señala los «géneros vecinos» que no cumplen con estas condiciones, de la siguiente manera:

  • Las memorias no cumplen con el punto 2.
  • La biografía no cumple con el punto 4A.
  • La novela personal no cumple con el punto 3.
  • El poema autobiográfico no cumple con el punto 1B.
  • El diario íntimo no cumple con el punto 4B.
  • El autorretrato o ensayo no cumple con los puntos 1 y 4B.

¿Y qué son exactamente esas condiciones?

Condiciones para que exista una autobiografía

Forma del lenguaje

El lenguaje de la autobiografía se caracteriza por ser narrativo, es decir, tiene la cualidad de contar una serie de acontecimientos. Además, la manera de contar es mediante la prosa, no el verso. El poema autobiográfico no cumple con esta categoría porque se supone escrito en verso. De igual manera, el ensayo no cumple con la condición de ser narrativo, aunque sea en prosa.

Tema tratado

El tema central de la autobiografía es contar una vida individual, su historia. La biografía tiene su razón de ser como relato de la vida de un individuo, no de un grupo ni de un objeto. Es la historia de una persona.

Desde este punto de vista, las memorias no cumplen con esta categoría, pues no relatan una vida, sino una serie de acontecimientos no necesariamente ligados entre sí. Por esto es importante la idea de «historia de una personalidad», pues significa que la autobiografía expresa una serie de acontecimientos que en conjunto explican o interpretan la existencia actual de una persona.

Las cartas privadas tampoco cumplen con esta condición, pues en una carta no se cuenta una historia de vida, sino una anécdota de vida, es decir, el espacio para narrar es menor, y no siempre se profundiza en la historia de la personalidad.

Situación del autor

La identidad del autor está explicitada en la autobiografía. Se trata de una persona real, su nombre remite a una existencia real, y es posible identificar al narrador como la voz del autor.

Lejeune señala que la «novela personal» no cumple con esta condición, sin embargo, ¿qué es una novela personal? La noción genera ambigüedades. Si tomamos simplemente al género de la novela, nos sirve para el ejemplo. La novela no cumple con esta categoría porque la identidad del autor no es necesariamente la del narrador.

Posición del narrador

Un narrador es el ente que cuenta la historia, y en la historia hay un ente protagonista. En la autobiografía, el narrador y el protagonista comparten la identidad; es decir, el narrador habla de sí mismo. Adicionalmente, la historia del protagonista es en retrospectiva: el narrador se encuentra en un tiempo presente refiriéndose a hechos del pasado.

La biografía no entra en esta categoría porque el narrador no comparte la identidad con el protagonista. Recordemos que la biografía es la historia de la vida de alguien, pero contada por otra persona. El diario íntimo no cumple con esta cuarta condición porque su narración no es retrospectiva, sino más bien ligada a la inmediatez como una lucha por recuperar el presente. Puede ser retrospectiva, desde luego, pero de manera fugaz.

Características de una autobiografía

De acuerdo con las anteriores condiciones, las características de una autobiografía son las siguientes:

  • De manera general, la autobiografía se narra en primera persona. Puede narrarse también en segunda o tercera persona, pero la forma clásica es en primera.
  • La voz narrativa comparte la identidad con la voz del autor, y el protagonista de la historia comparte la identidad con el autor. Autor-narrador-protagonista, esta es la tríada unida mediante la identidad.
  • Puesto que esa tríada mantiene una identidad, la autobiografía es necesariamente firmada por su autor. No puede ser una obra anónima, ni debe estar firmada por otra persona.
  • El contenido de una autobiografía es la historia de vida de una persona contada por ella misma.
  • La historia de vida busca hilar una serie de eventos vitales que permiten explicar por qué la persona es ahora lo que es. Estos eventos, por supuesto, se suponen relatados siempre sin faltar a la verdad.
  • En el género de la autobiografía se presenta un pacto autobiográfico.

Pacto autobiográfico

Explica Lejeune que el pacto autobiográfico es:

La afirmación en el texto de esta identidad, y nos envía en última instancia al nombre del autor sobre la portada (p. 53).

¿De cuál identidad? De la tríada autor-narrador-protagonista. El pacto es, entonces, la afirmación explícita de esta identidad compartida, permitiéndole al lector acordar un pacto de lectura de una autobiografía, no de otro género. Esta afirmación de identidad se presenta de varias maneras:

Implícitamente: Mediante títulos que establecen la identidad de la tríada, por ejemplo, «Historia de mi vida», «Autobiografía», etc. También a través del inicio del cuerpo del texto, donde «el narrador se compromete con el lector a comportarse como si fuera el autor, de tal manera que el lector no duda de que el yo remite al nombre que figura en la portada, incluso cuando el nombre no se repita en el texto» (p. 53).

De manera patente: Mediante la identidad del nombre asignado al narrador, al personaje y al autor. Hay una coincidencia del nombre propio.

Advierte Lejeune que «es necesario que la identidad sea establecida al menos por uno de esos dos medios», y puede ocurrir que se establezca por ambos a la vez (p. 53).

Estas manifestaciones explícitas de la identidad de la tríada autor-narrador-protagonista son las que configuran el pacto autobiográfico. ¿Y qué consecuencia genera este pacto? Una central: el lector aborda la obra con la conciencia de leer una autobiografía. No se trata de una novela, de un ensayo, de un poema, es la historia de vida de una persona contada por ella misma.

En este punto conviene considerar que la definición de Lejeune parte del punto de vista del lector:

Textualmente, parto de la posición del lector: no se trata ni de partir de la interioridad de un autor (la cual constituye precisamente el problema), ni de establecer los cánones de un género literario. Al partir de la situación del lector (que es la mía, la única que conozco bien), tengo la oportunidad de captar con más claridad el funcionamiento de los textos (sus diferencias de funcionamiento), puesto que han sido escritos para nosotros, lectores, y que, al leerlos, somos nosotros quienes lo hacemos funcionar. De esta manera, he tratado de definir la autobiografía por una serie de oposiciones entre los diferentes textos que no son propuestos para su lectura (p. 48).

Es por esto que la idea de pacto autobiográfico es fundamental en su definición, pues se sustenta desde la perspectiva del lector. No se trata solamente de cómo el autor se posiciona frente a su texto, sino de cómo el lector recibe ese texto e identifica la relación identitaria entre el autor, el narrador y el protagonista. A partir de este enfoque, concluye Lejeune lo siguiente:

La historia de la autobiografía sería entonces, más que nada, la de sus modos de lectura: historia comparada en la que se podría hacer dialogar a los contratos de lectura propuestos por diferentes tipos de textos (pues de nada serviría estudiar la autobiografía aisladamente, ya que los contratos, como los signos, solo tienen sentido por efectos de oposición), y los diferentes tipos de lecturas a que esos textos son sometidos. Si, entonces, la autobiografía se define por algo exterior al texto, no es por un parecido inverificable con la persona real, sino por el tipo de lectura que engendra, la creencia que origina, y que se da a leer en el texto crítico (p. 61).

Finalmente, como mencionamos al inicio, la autobiografía encierra una serie de problemas teóricos al pretender articular el mundo, el yo y el texto. En esta articulación convergen muchas temáticas de las ciencias humanas, por ejemplo, ¿qué es exactamente la identidad y cómo puede compartirse entre el autor, el narrador y el protagonista? Por esta razón, la definición de Lejeune no puede considerarse absoluta, si bien ha sido el punto de partida para la variedad de reflexiones acerca de este género en el variado y complejo universo de las escrituras del yo.

Ejemplos de autobiografía, ¿o son memorias?

Las confesiones, Jean-Jacques Rousseau

Vivir para contarla, Gabriel García Márquez

Confieso que he vivido, Pablo Neruda

Antes del fin, Ernesto Sábato

Confesiones de un joven novelista, Umberto Eco

El pez en el agua, Mario Vargas Llosa

Procesando…
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Documentos citado

Lejeune, Ph. (1991). El pacto autobiográfico. Revista Anthropos, suplementos 29, 47-61.

Loureiro, Á. (1991). Problemas teóricos de la autobiografía. Revista Anthropos, suplementos 29, 2-8.


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