«Leer es mi cuento» es el Plan Nacional de Lectura y Escritura. Aquí presentamos sus propósitos y los proyectos incluidos: Pásate a la Biblioteca Escolar, Maratones de Lectura, Palabras de Paz, Concurso Nacional de Cuento, Territorios Narrados y la serie editorial Río de Letras.
En el discurso biológico, mutante es el ser que se transforma a partir de diversos contenidos que asimila hasta lograr una variación significativa. Es una transformación genética, una hibridación de especies. La generación mutante hibrida géneros, códigos culturales, supera los límites canónicos.
¿Qué es una carta privada? ¿Cuáles son las características de la carta privada? ¿Qué relación existe entre la carta privada y las escrituras autobiográficas? Respondemos a esos interrogantes y mostramos dos grupos de características: las generales y las características discursivas expuestas por Darcie Doll Castillo en «La carta privada como práctica discursiva: algunos rasgos característicos».
7 decálogos de importantes escritores. Algunos de estos decálogos son bastante famosos; otros, quizá, será la primera vez que los leas. Augusto Monterroso, Horacio Quiroga, Andrés Neuman y Margaret Atwood, entre otras y otros.
Habrá cuatro sesiones de narración oral de literatura de terror: tres virtuales y una presencial. Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft y Ambrose Bierce son los autores centrales.
A las cantaoras no se les permitía cantar. Esa noche no, no en su casa, dijo doña Maristela al salir de la cocina. Las mujeres argumentaban que la sombra se perdería, que el ancestro se quedaría esperando, que el alma del muchacho vagaría sedienta por este mundo.
Negra es la sombra de los pliegues de la materia y el tiempo/Negra es la silueta de la vida bajo los dedos del sol/Negro es el fondo y el trasfondo del día/Negra es la letra que escribe la historia en sus páginas blancas
Si escribo sobre hechos que pasaron hace 50 o 60 años es porque me generan la ilusión de que comprendo a cabalidad su panorama, que soy capaz de reconstruir un todo a partir de unas cuantas partes y con eso dotar de orden el caos particular de una subjetividad en la ficción. Es la misma razón por la que leo y por la que me parece que la literatura logró convertirse en el arte más amplio.
Un ejercicio de estilo que combina la prosa poética con el ejercicio no tan poético de los diccionarios.
Hace poco leí la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, a parte de reconocer sus vacíos y sus problemas de inclusión, me asombró que cada artículo es incumplido. Nos falta respetar la vida. Nos falta aceptar que estamos conduciendo al mundo a su final. Yo quiero creer que aún no es demasiado tarde.
El silencio de la noche es herido por los lamentos de un gato. El pequeño tirita de frío y de soledad, con el pelaje erizado y la garganta exhausta. Le urge leche. Ha intentado cazar las insolentes cucarachas que, tentándolo, deambulan sobre el polvo de la calle; ha imitado a los grandes felinos sin conocerlos; ha fracasado, sin comprender qué significa esa palabra tan humana.
Llegó a casa con la pelota debajo del sobaco. Se quitó los guayos antes de entrar, como se lo había enseñado su madre, quien, seguramente, estaría trabajando. Pensó que algún día pagaría las cuentas para que ella descansara en el sofá. El piso estaba frío. Fue a la cocina, encendió la luz y se quitó la camiseta celeste con franjas que un día fueron blancas.
No es Diego Armando Maradona una figura que deje a nadie indiferente. Hay quien lo admiró, disfrutó, sintonizó, cantó, aborreció, idolatró, lloró. “El Pelusa” no fue material dócil a un solo molde. Buena parte del hechizo que el Diego ejerce en nosotros, bienquerientes o no, es su obstinación por cruzar todas las fronteras, dentro y fuera de la cancha. ¿Qué diablos fue Maradona?
Hoy murió la abuela y el gato cerró sus ojos y el palo de mango que está en medio del patio amaneció enfermo. Una lástima. La abuela se levantaba todas las mañanas y le cantaba al gato y al árbol: Si si Kumbalé, le. Banma, banma le, le...
Once minicuentos absurdos: «El cartero», «La estrategia de la guerra», «En las manos y en las cartas», «Los tonos menores», «El doble», «Los diarios», «La estafa», «Las buenas obras», «Camaleón sin camaleón», «El dato», «Viajes en el tiempo».
¿Se escribe «pensum» o «pénsum»? ¿Su plural es «pensums», «pénsums» o «pensa»?
Las posibilidades de leer, tanto libros físicos como digitales, han aumentado en los últimos meses. Quizá uno de los aspectos más valiosos que esta pandemia nos deja sea el tener más tiempo libre. Ahora que más personas regresan a las calles, me temo que el tiempo dedicado a la lectura disminuya.
Ansiedad/El oído atento, pasos rápidos en la acera enmohecida/Un cuerpo abraza lo cotidiano como fusil en el pecho desnudo/El golpeteo incesante del olvido que no llega.
Coronavirus o el retorno de la distopía
La pandemia del covid-19 nos adentra en el mundo de la distopía y la tragedia, representadas en obras como «La danza de la muerte» (Stephen King), «Nosotros» (Evgueni Zamiatin) y «Némesis» (Philip Roth).
Nos veríamos el sábado, pero resultó imposible. Todos sabemos la razón. El mundo de hoy es diferente al de hace apenas tres meses. Lo de ahora es extrañar y enfrentarse a la soledad. Nosotros vivimos en ciudades distintas, por eso el anhelado reencuentro parece más lejano.
Astillas: La pandemia del covid-19
Confieso que llorar en pandemia cambió la percepción de mi vida. La pandemia redujo mi infancia a una mera complicidad lejana entre el desconocimiento y la fortuna de ser el primer hijo, el anhelado nieto y sobrino consentido.
Todo estalló en segundos. De repente, la estrecha cuadra se estremecía en la confusión de ráfagas de metralla, gritos de niños y ladridos de perros.
La ansiedad que se cuela por la puerta pocas veces abierta/La compañía que no es refugio, ni compañía/solo hastío mal disimulado, cinismo invisible.
Ilustración de Jorge Medina
De una manera bastante peculiar, Among Us refleja nuestra vida actual. Resulta paradójico que hayamos encontrado la distracción y el entretenimiento en una especie de reflejo menor de nuestra «nueva normalidad».
Las palabras que no digo/Los besos que no doy/Los insultos que empuño dentro del bolsillo/El viento que se atasca en el vendaval de la garganta/Los afanes que arrastro en la suela de los zapatos.
Una reflexión sobre la peste del insomnio: ¿qué puede representar esta enfermedad y cuáles son las causas y consecuencias de su contagio?
Nunca estornudar fue tan trágico. Toda obra de teatro, toda novela, todo cuento puede terminar con el estornudo de uno de sus personajes, demarcando el inicio de una posible tragedia.